Doce personas usuarias del albergue de Sant Joan de Déu València disfrutan de una semana de descanso y formación en una casa de montaña cercana a València. Esta actividad convivencial forma parte del itinerario diseñado con el objetivo de facilitar la inserción socio-laboral de personas sin hogar.

A lo largo de la estancia, los doce asistentes participan en una combinación de actividades de ocio y formativas planificadas por los profesionales de Sant Joan de Déu. Además de romper con la rutina del día a día, la actividad convivencial fomenta competencias como la autonomía, la autoestima y la socialización de los participantes.

“Trabajar estos aspectos mejora la calidad de vida y el crecimiento personal de cada una de las personas usuarias que participan en el programa”, explica Álex Miró, integrador social que coordina el programa junto con Chema Ruiz, trabajador social de Sant Joan de Déu València. El desarrollo de estas competencias “es uno de los pilares fundamentales en sus procesos de cambio”, destaca Miró.

Planificación en asambleas diarias

El programa está organizado de forma que tras las tres comidas diarias se intercalan actividades como cine fórum, dinámicas de grupo, relajación o deportes. Es importante destacar que las personas participantes tienen voz y voto en la organización del plan diario. En este sentido, se llevan a cabo asambleas para decidir qué actividades van a realizar, lo que permite consolidar el empoderamiento y la socialización de estas personas.

Todas las personas participantes son usuarias del albergue de Sant Joan de Déu. Son hombres con una edad que oscila entre 20 y 65 años que están siguiendo alguno de los programas para personas sin hogar.