Este no es un verano cualquiera. Después de meses de confinamiento y reducción de actividades sociales debido al coronavirus, la llegada del periodo estival ha sido más esperado que nunca. De igual modo, las personas usuarias del albergue estaban deseando disfrutar de sus vacaciones.
A lo largo de una semana, doce hombres del albergue han estado conviviendo en la Casa Don Bosco de Godella. Para ellos ha sido una experiencia enriquecedora, llena de actividades de ocio, deporte y desarrollo de competencias. Pero sobre todo ha sido una oportunidad para socializarse entre ellos, de conocerse y entablar amistades.
Paco, uno de los participantes, explica que desde hace tiempo necesitaba un retiro como este. “Me lo estoy pasando fenomenal, es una cosa que no había experimentado antes, la verdad es que es genial. Me lo estoy pasando bomba”, apunta. La combinación de actividades regladas y tiempo libre ha facilitado la creación de nuevos lazos entre ellos. “Yo soy muy reservado, la convivencia me ha servido para abrirme un poquito a los compañeros y a los monitores”, explica Paco.
Jorge destaca que estar en un ambiente tan tranquilo le ha dado tiempo para pensar y conocer gente. “Me ha venido muy bien para desconectar”, indica. “Lo que más me ha gustado es el trato que nos han dado, ha sido espectacular. Lo bien que se come, la piscina…”
Por su parte, Juanma ha disfrutado mucho la experiencia y destaca sin lugar a dudas la relación con los compañeros: “me quedaría con las amistades que he hecho, con las personas. Hay gente con la que ni había hablado y he hecho una relación muy buena con todos”.
En la misma línea, Stefanache asegura que la relación con el resto de participantes es muy buena. “Hay mucha armonía, es más o menos como una familia”. Además, le ha venido muy bien la tranquilidad del lugar y estar rodeado de naturaleza.
Esta actividad ha sido desarrollada gracias a las ayudas de IRPF del ejercicio 2020 concedidas por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana que promueve el apoyo a entidades en el desarrollo de sus programas de acción social.
- Jorge
- Juanma
- Paco
- Stefanache
“Unas merecidas vacaciones”
Los responsables de la organización de la convivencia, Chema y Álex, están satisfechos con la recepción por parte de los todos. Chema, trabajador social de Sant Joan de Déu, recuerda cómo al principio alguno de los participantes no tenía ganas de ir, en cambio ahora le gustaría empadronarse aquí.
Esta convivencia se lleva realizando nueve años pero “este año y por las circunstancias vividas tenía mayor significado, pues todos los participantes han pasado el confinamiento en Sant Joan de Déu u otro recurso de la ciudad” con reducidas posibilidades de socialización.
Chema subraya que la convivencia ha sido “unas merecidas vacaciones”. “Solo hace falta ver las caras de felicidad de los participantes para saber que ha sido un éxito. Todos sin excepción han disfrutado mucho de esta semana”. De hecho, “la pérdida de la noción del tiempo de la mayoría de los participantes es clara señal de que la finalidad para la cual está pensada esta semana se está cumpliendo”, concluye.
Al igual que se lleva haciendo desde el principio de la pandemia en el albergue y las viviendas de inserción de Sant Joan de Déu, se han extremado las precauciones para garantizar la salud de todos frente el coronavirus.
La semana de convivencia llega a su fin pero seguramente Paco, Jorge, Juanma, Stefanache y el resto de personas recordarán el tiempo compartido y se llevarán a casa nuevas amistades. Llega el momento de volver al albergue, ahora con la mente despejada y nuevas energías para seguir avanzando en su inserción socio-laboral.